Aunque estos no cuentan con un sistema para recibir dinero real, y las apuestas son eminentemente virtuales, el hecho de que los operadores estén otorgando dinero "virtual" hace que la Comisión esté pensando que dicho mecanismo debería ser restringido o potencialmente eliminado por completo, ya que rompe con los parámetros legales en dicho aspecto.
Uno de los puntos que tiene preocupados a los reguladores del tema, es que aunque las fichas son otorgadas de manera gratuita, si el jugador quiere obtener más, éstas pueden ser adquiridas pagando dinero real en algunos juegos, lo cual inmediatamente convierte dicha transacción en una clara apuesta con dinero real.
El poder realizar este tipo de acciones sin contar con una licencia apropiada, es el tema que la Comisión quiere entrar a discutir en el futuro próximo. El hecho de que las redes sociales permitan el acceso a menores de edad, hace que este tipo de apuestas cuente con público que legalmente debería ser descartado como un consumidor potencial.
Lo interesante del asunto, es que los operadores de juego en línea, no están en contra del uso de juegos virtuales sin dinero a través de los medios sociales, ya que aunque no lo manifiestan abiertamente, para ellos representa un sistemade entrenamiento y apertura hacia una adicción en el largo plazo que llevará a los consumidores eventualmente a los sitios donde se puedan realizar apuestas con dinero real. Por ejemplo, actualmente Bwin Party está interesado en lanzar un sistema de apuestas para redes sociales similar al que Zynga ha venido manejando con Texas Hold'em a través de Facebook, un juego que atrae diariamente a más de 7 millones de jugadores en el mundo.
Con tantos consumidores listos para participar, no hay duda de que seguramente luego de que Bwin Party incursione en la industria, otras empresas harán algo similar y continuarán así ejerciendo presión para generar tráfico por parte de consumidores hacia sus sitios. Como de costumbre, una vez se ve una clara tendencia por parte de consumidores y operadores, es claro que las instituciones reguladoras del mundo virtual deben comenzar a ejercer su autoridad y controlar lo que podría convertirse en un problema social complicado, ya que se podría tratar no sólo de adicción a las apuestas, sino adicción dentro de un grupo bastante vulnerable: los menores de edad alrededor del mundo, los cuales utilizan con bastante frecuencia las plataformas sociales como una manera para conectar constantemente con sus amigos dentro y fuera del país en el cual residen.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios reflejan la opinión de los internautas.
No está permitido verter comentarios injuriantes.
Reservado el derecho a eliminar los comentarios improcedentes.