Todos contra el fraude: Genting: cheques y grandes apuestas

he Genting Group, la empresa gigante de casinos de Malasia, está buscando apoyo activamente a través de todo el espectro político de la Florida mientras busca asegurar la base necesaria para construir un imperio del casino en Miami.

La compañía, que compró el edificio de The Miami Herald en el downtown de Miami por $236 millones en efectivo en el 2011 y trató sin éxito de conseguir que los legisladores aprobaran los casinos de destino turístico este año, ha gastado hasta el momento $1.3 millones en el ciclo de elecciones del 2012 y se ha embarcado en una estrategia política en dos frentes.

La mitad de su dinero se ha destinado a una petición por una enmienda a favor de los casinos a la Constitución estatal que pasaría por encima de la Legislatura para traer casinos a la Florida. La otra mitad de su dinero hasta el momento —$486,000 al Partido Republicano de la Florida y $111,000 al Partido Demócrata de la Florida— fue entregado en su mayor parte antes de la temporada legislativa de sesiones y está siendo usado para respaldar a titulares o comités políticos, según un análisis de The Herald/Times de los informes de campaña.

La compañía dijo que no se ha involucrado directamente en ninguna elección local o legislativa, desmintiendo rumores de que ha reclutado e investigado candidatos, y afirma que el dinero que ha enviado a los partidos está siendo destinado por igual a las campañas de partidarios y enemigos de los casinos.

“Ellos tomaron la decisión de que serían políticamente neutrales al llegar la temporada de las campañas y lo han cumplido”, indicó Carlos Curbelo, cabildero de Miami y consultor de Genting. “No se puede decir lo mismo de muchos de los otros interesados”.

Pero, según sus oponentes, la magnitud de los cheques de Genting a los líderes de los partidos, su manera generosa de hacer negocios y la iniciativa en las boletas está cambiando el juego de la política en Tallahassee.

“Este es probablemente el ciclo de elecciones más difícil en los últimos 40 años, y tal vez de la próxima década”, afirmó Jack Cory, veterano cabildero que representa a los criadores y corredores de galgos Greyhound. “La gente del casino, de fuera del estado, están haciendo que todo el mundo dedique más recursos al asunto, y evidentemente todo el mundo tiene que hacerle cara y competir”.

Límites de término y reformas de las fronteras de los distritos han creado más distritos legislativos en competencia de lo que la Florida ha visto en décadas, y la llegada de Genting a la escena se corresponde con un ascenso de cambios tecnológicos en la industria de los juegos de azar, que ha hecho más accesible el juego y ha enfrentado más a los competidores.

Los cafés de internet continúan proliferando por todo el estado, prácticamente sin regular, y provocando el nacimiento de una nueva generación de comités políticos destinados a proteger su existencia. Habrá referéndums de votantes en la boleta en los condados Palm Beach, Brevard y Lee, donde las parimutuales locales tratan de explotar una laguna jurídica en las leyes estatales que les permitiría instalar máquinas tragamonedas de juego en sus canódromos y hacerse de una nueva fuente de ingresos.
 Y crece la presión para reabrir una cláusula clave del convenio de juego del estado con la Tribu de los Seminoles antes de que el mismo expire en el 2015, lo cual es en parte un intento de contrarrestar el terreno ganado por Genting, Las Vegas Sands y otras compañías de casinos para traer casinos de destino turístico al estado. El convenio requiere que los seminoles paguen al estado anualmente $233 millones.

“Nuestro nivel de oposición aumenta en la misma medida que crece el número de posibles lugares que ellos tienen en el estado”, indicó Dave Ramba, cabildero por la tribu de los seminoles.

Mientras tanto, Genting parece lista para dominar todas esas fuerzas por medio de dirigirse directamente a los votantes con una enmienda constitucional en la boleta estatal del 2014. La compañía no ha revelado sus planes. Pero, tan pronto como se elabore el lenguaje de la petición, podría empezar a reunir firmas en los colegios electorales en la primaria de agosto o las elecciones generales de noviembre.

“El esfuerzo actual está todavía en su fase exploratoria”, declaró Brian Hughes, ex portavoz del gobernador Rick Scott contratado por el comité político de Genting, formado para colocar la enmienda en la boleta, New Jobs & Revenues for Florida (Nuevos Empleos y Entradas para la Florida).

El comité contrató a Tony Fabrizio, el encuestador que ayudó a dar forma a la exitosa campaña de elección del gobernador Rick Scott. Fabrizio ha empezado a probar el lenguaje de la boleta y crear grupos focales.

Genting además contrató los servicios del experto en leyes constitucionales Bruce Rogow para que escriba la enmienda y contrató una firma con sede en Nevada que se especializa en organizar peticiones.

Entre los asuntos a decidir: ¿cuántos casinos se deberían permitir” ¿Se deberían limitar a Miami-Dade y Broward, lo cual obligaría a renunciar a compartir los ingresos de las operaciones de la tribu de los seminoles en esos condados? ¿O debería permitirse un casino en Palm Beach, Tampa u otro lugar, lo cual socavaría en su totalidad el convenio con la tribu?

Otra pregunta clave: ¿Presentará Genting una enmienda en la boleta el mismo año que el gobernador se postula para la reelección, lo cual podría impulsar a los partidarios de los casinos a las urnas en un difícil año de elecciones? Sea lo que sea lo que decida la compañía, los observadores afirman que la amenaza de la enmienda da mientras tanto a Genting una ventaja adicional contra una Legislatura recalcitrante y un gobernador reacio.