Todos contra el fraude: Las máquinas de poker son una preocupación entre personas con adicción al juego en Australia.

En Australia, la Universidad de Flinders, realizó un estudio con adictos a las apuestas y encontró que menos del 1% de estos, manifestó tener un problema relacionado con las mismas, pero casi el 84% de este grupo de personas, manifestó tener un problema de adicción a las máquinas de poker.
Las máquinas de poker son muy comunes en los bares alrededor del país, y su crecimiento ha dado como resultado que algunas personas hayan caído en problemas de juegos. Comparado con otro tipo de juegos, las máquinas de poker ocupan el primer lugar, por la disponibilidad de las mismas.

Por otro lado, el profesor de psiquiatría de la universidad de Flinders, Malcolm B. manifestó que no entendía la razón por la cual a pesar del crecimiento de las apuestas de deportes, dicha tendencia no se ha manifestado en un incremento en el nivel de adictos relacionados con las mismas.  

 

En meses recientes, los defensores de la posición contra la adicción a las apuestas estuvieron enfocando sus anuncios preventivos en el tema de las apuestas de deportes. El hecho que mucha de la pauta publicitaria enfocada hacia las apuestas estuvo emitida durante el campeonato de Wimbledon así como eventos de rugby, generó controversia entre aquellos interesados en prevenir la participación excesiva en las apuestas.

 

El profesor Battersby, dijo que las más recientes figuras indican que se ofreció ayuda a casi 800 adictos a las apuestas entre el 2010 y el 2011. En general podría afirmarse que el problema con los adictos, es que en general el número de éstos tiende a aumentar, pero la cantidad de personas que buscan ayuda no sigue la misma tendencia.

 

De acuerdo con los estudios, es factible que casi 20 mil personas en el país tengan un problema de adicción a las apuestas, sin embargo, menos de tres mil buscan ayuda. Los expertos afirman que las personas generalmente tienden a buscar ayuda una vez las consecuencias de sus acciones son bastante evidentes, es decir, cuando una catástrofe financiera o familiar se presenta en sus vidas.

 

Con ello, la prevención desaparece, y se trata en este caso de intentar corregir patrones de comportamiento bastante difíciles de modificar.